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El paso de los años es una de las causas principales de flacidez vaginal. Debido a los cambios propios del envejecimiento, el cuerpo empieza a producir menos colágeno, que es el principal responsable de mantener la piel firme.
Por eso, desde los 40 años en adelante, casi todas las mujeres empiezan a ver los signos de la edad. Si bien es más notorio en el rostro, cuello y escote, la entrepierna no se salva.
Es normal que la vagina pierda un poco de tono después del estiramiento que sufre tras el parto. Inclusive, esa sensación de flacidez se incrementa cuando el trabajo duró muchas horas, se produjo un desgarro o se emplearon fórceps.
Sin embargo, cuando el bebé nace por cesárea, la mujer también puede desarrollar este síntoma. El simple embarazo hace que la piel y músculos de la vagina pierdan firmeza debido a la presión que sufren. Cabe destacar que, además, la incidencia de tenerlo aumenta con el número de embarazos y partos.
Los músculos de la vagina se pueden debilitar como consecuencia del sobrepeso y sedentarismo. Tal y como ocurre con otros grupos musculares, el ejercicio es clave para su fortalecimiento.
De hecho, hay varios ejercicios enfocados en el trabajo del suelo pélvico, cuya función es tonificar esta zona y, de paso, prevenir problemas como la incontinencia y disfunción sexual.
Los trastornos fisiológicos que se producen durante el climaterio y la menopausia son fuertes detonantes de flacidez vaginal. En estos se produce un desequilibrio hormonal que aumenta la pérdida de firmeza vaginal por los cambios que sufre la mucosa que protege la zona.
1. Hacer ejercicios de Kegel varias veces a la semana. Su objetivo es estimular los músculos internos y externos de la vagina para tonificar toda el área.
2. Adoptar una rutina de rehabilitación del suelo pélvico. Ideal para recuperar la zona después del parto o ante enfermedades como la incontinencia.
3. Tener relaciones con más frecuencia. Esto ayuda a aumentar la elasticidad de la vagina y prevenir la atrofia y sequedad.
4. Mantener una alimentación saludable. No solo por salud, sino para equilibrar el peso corporal y mantener una óptima producción de colágeno.
5. No estirar ni maltratar la zona. Rascarla fuerte cuando hay comezón puede debilitar su piel.
6. Utilizar productos adecuados para su cuidado. No emplear jabones perfumados, duchas vaginales, ni talcos.
7. No hacer demasiada fuerza. Levantar elementos de mucho peso aumenta la susceptibilidad a presiones intra-abdominales que, a su vez, debilitan músculos como los de la vagina.
Importante: Debe aclararse que ENTERATE MUJER no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, ENTERATE MUJER no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.
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