Y no sé a dónde me lleve todo esto,
a veces el mundo se siente enorme
o será que si vas solo mucho tiempo
el viaje se hace aburrido,
tengo estas sonrisas al frente,
y al fondo va la jodida monotonía,
la tristeza que a veces viene de noche,
se acurruca en mi cama
y por la mañana ya no se quiere marchar,
le hablo a mi niño interno,
pero cada vez responde más despacio,
quiero salir corriendo a buscarlo,
pero olvidé en qué parte lo dejé abandonado,
tengo ganas de decirle que se quede,
que no se vaya, pero quizás ya no sea tiempo,
desearía no creer en los vacíos, en la rupturas,
que la vida no me hubiera hablado de soledad ni de sueños rotos,
desearía no saber de viva mano
que el amor a veces duele,
desearía no estar charlando con la nada,
contándole lo que a nadie le interesa, a veces ni a mí,
ojalá no estuviera aquí preguntándome donde continúa el camino,
a dónde se fueron mis ganas,
en qué parte me quedé yo
Pero supongo que así es esto,
solo somos partículas de universo
buscando siempre las respuestas que le den sentido a nuestro viaje,
o a alguien que haga que todas las preguntas dejen de importar...